Frase del día

''El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones'' Wiston Churchill

lunes, 20 de diciembre de 2010

Dale a los ‘’marranos’’ los instrumentos necesarios y harán de la democracia un callejón sin salida

Hace unos días me planteaba en Twitter, @sergiomc_pp, la siguiente cuestión: ¿Sómos ciudadanos libres que viven en sociedades democráticas o esclavos de las decisiones de nuestro gobernantes?, lo que a simple vista parece sencillo de resolver genera una serie de interrogantes que todo ciudadano debería plantearse.

Vivimos en sociedades urbanas o semiurbanas, organizadas y jerarquizadas donde cada uno de nosotros, como unidad, sabemos cual es nuestra posición, externalizamos nuestras necesidades y nuestros intereses, respetamos el orden establecido por el simple hecho de asimilar relación entre orden, seguridad y bienestar individual. Somos conscientes de lo que nos rodea, o por lo menos disimulamos muy bien nuestra capacidad de consciencia de la realidad.

Al tender a vivir agrupados, por miedo, por necesidad o por intereses hemos ido desarrollando un sociedad, un sistema, que a base de dolor en muchos casos, como los conflictos bélicos por ejemplo, el cual nos ha permitido vivir en armonía, en ciudadanía bajo unos preceptos fundamentales para ello como la idea de nación, de Estado, de Gobierno, de poderes separados, de defensa común de nuestros intereses... Así se ha venido generando lo que conocemos como ‘’idea de país’’.

Al generar esa idea de país y establecer las bases de la convivencia fluye lo que se conoce como democracia, en definitiva, ya hemos creado el recipiente y ahora nos toca llenarlo. Este sistema político motiva a la participación, a la construcción de la ‘‘idea de país’’, pero se debe fomentar lo positivo de la democracia, el esfuerzo, la superación, el trabajo, la libertad y la igualdad deben ser las ideas matrices. Debemos elegir a nuestros gobernantes y ellos deben aplicar con coherencia y exactitud su gestión de lo contrario los ciudadanos le quitan la confianza y se la entregan a otros representantes. Esa es la idea básica de democracia o como se entiende de forma más esquematizada.

¿Dónde está el límite entre gobernar para los ciudadanos o hacerlos esclavos de sus decisiones? Esos límites se los debería poner el propio gobierno siendo responsable de su capacidad de actuación y dejando a un lado el afán de control sobre la ciudadanía. El Gobierno entra en nuestras vidas, pero en vez de hacernos el camino más fácil nos lo está haciendo más difícil. El Gobierno toma en muchos casos decisiones del ámbito privado de los ciudadanos buscando generar una sociedad ‘’línea recta’’, todos iguales, o algo parecido, pero lo que hace es marcar distancias entre los ciudadanos y el gobernante.

Que sencillo es a día de hoy suprimir la libertad que con tantos años y tanto sufrimiento se ha conseguido alcanzar. Como no podía ser de otra forma aparece George Orwell y su Rebelión en la Granja para darnos una nueva lección. en este caso dale a los ‘’marranos’’ los instrumentos necesarios y harán de la democracia un callejón sin salida.

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