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sábado, 30 de octubre de 2010

Las termitas no entienden de quienes viven en la casa

El pasado 28 de octubre tuve la posibilidad de asistir a la conferencia del Excmo. Sr. Prof. Dr. D. Pedro Cerezo Galán, académico de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, catedrático de filosofía y ex diputado en Cortes, sobre ‘’los valores morales de la Constitución de 1978’’ organizada por El Club de la Constitución.


Si algo es fundamental comprender en una Constitución que represente los valores fundamentales de la democracia, es que representa a la totalidad de la ciudadanía, que defiende los derechos de libertad y de igualdad, y que proteja a las instituciones del Estado que están la servicio del pueblo soberano.


En cualquier sociedad moderna, consciente con su realidad, con su pasado y acorde a la normalidad de la situación, no debe ni plantearse los valores fundamentales de su Constitución. Porque en esos valores reside el bienestar común del pueblo, de todos y para todos. El profesor Cerezo Galán hacía alusión a la fuerza de voluntad prestada por todas las fuerzas políticas de la transición española que se sentaron, dialogaron y sacaron adelante la Constitución que hoy nos ampara. Las ideologías, que no los partidos políticos, aportaron sus convicciones morales a la Carta Magna, impregnando de sus valores positivos a la misma.


Ya han pasado muchos años desde que la Constitución española vio la luz, y durante todo este tiempo se ha fraguado una realidad que a día de hoy se ha vuelto un serio problema para el futuro del constitucionalismo español. Desde que en año 2004 comenzase la carrera estatutaria de reformas en algunas regiones como la de Cataluña, lo que debería ser un avance en a mejora de las autonomías, que en el fin es servir a la ciudadanía, se ha transformado en una sangría violenta contra instituciones fundamentales como el Tribunal Constitucional.


¿Qué sociedad seria es capaz de provocar tal daño a una institución tan fundamental como el Tribunal Constitucional? Ninguna que nosotros conozcamos, y si lo hace entonces es que no es seria. Si se pretende provocar una reforma constitucional por la puerta de atrás para no seguir la legalidad establecida, pues, si para reformar la Constitución el partido del Gobierno debe sacrificarse en un proceso electoral y no lo ha hecho, esto significa que no tiene el menor interés por reformar la Constitución sino crear un ente nuevo de poder ilimitado que le puede perpetuar sacrificando todo lo que representa unapaís democrática y de derecho, constitucional, con libertades y deberes.


Es una imprudencia los actos de defensa a ultranza acometidos por el Gobierno para que regiones tengan más poder que otras y surja una psicosis de techos de competencia cuando se ha perdido la esencia de lo que significa el estado de las autonomías. Todo esto se debe reformar, se debe crear un nuevo sistema regional que sea verdadero y equitativo, igual para todas las regiones, se debe reformar la Constitución del 78 pues la realidad de aquel año no es la misma que en la actualidad. Las termitas se comen las vigas de las casas, llegado el momento la casa se viene abajo, y las termitas no entienden de quienes viven en la casa.

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